La realización de un video corporativo es de los proyectos audiovisuales empresariales que mayor provecho se les puede obtener. A la finalidad publicitaria se le suman ventajas como servir de mensaje que resuma los valores de empresa, escaparate no sólo para clientes sino también para posibles inversores, socios y accionistas, y como medio a proyectar en distintas plataformas: como anuncio, en páginas y plataformas web y también de forma interna como canal comunicativo entre dirección y empleados.
Pero para que se le pueda sacar el máximo provecho y nos sirva para cada una de las finalidades propuestas, un video corporativo debe realizarse de manera concienzuda y con los mejores materiales y soportes audiovisuales que estén a nuestro alcance. ¿Qué debo tener en cuenta a la hora de realizar un vídeo corporativo?
Imagen: eikonos.com
Adecua el mensaje a tu espectador tipo ideal
Hemos hablado de multitud de canales y espectadores posibles para un vídeo corporativo, pero su realización debe estar sujeta y dirigida a uno sólo: ¿quiero realizar el vídeo para atraer clientes? Ten presente lo que tu posible comprador quiere de tu producto y ofréceselo, ¿quieres presentar el vídeo en una reunión de empresa con accionistas o posibles accionistas? Saca a relucir lo mejor de tu corporación sin que de la sensación que enmascaras la realidad.
En definitiva se trata de ofrecer no sólo el mensaje que queremos vender, sino también lo que el espectador quiere oír, sin la sensación maquillar resultados.
Busca un estilo creativo acorde al mensaje
A día de hoy debemos escapar de los vídeos corporativos que se asemejan a lo que desde siempre ha sido una clásica presentación en PowerPoint.
El espectador sabe que en algún momento vas a trasmitirle un mensaje, por lo que lo mínimo que espera de ti es que se lo ofrezcas de forma entretenida y acorde a la situación.
Huye de las dos dimensiones e imágenes planas, usa animaciones, teatraliza el guion sin caer en exageraciones (por ejemplo testimonios de usuarios reales que no suenen excesivamente publicitarios), etc.
Sumérgete en tu propia historia
Precisamente hablamos del tono publicitario como algo rechazable porque estamos tan expuestos a la publicidad que todo lo que nos recuerda a ella nos causa rechazo.
Por ello, si quieres contar la historia de tu empresa, ya sea mediante sus productos, su cuenta de resultados, siéntela como propia, haz que transmita las ganas y pasión de sacarla adelante con la que realizas el vídeo que están visualizando.
No descuides la voz, música y fotografía
Para que un video transmita, se debe apreciar con los cinco sentidos. Por ello no descuides los elementos de la grabación que más realzan la apreciación sensorial.
No descartes contratar a un profesional del doblaje pensando que sea un gasto superfluo: una buena dicción y una voz que interprete cada matiz puede conseguir que el mensaje llegue con más profundidad que una locución que suene neutra.
Lo mismo ocurre con la música: probablemente no puedas acudir a cualquier melodía por consideraciones de derechos de autor, por lo que preocúpate por sumergirte en la gran cantidad de bibliotecas de sonidos que encontrarás en medios online para encontrar aquella música que acompañe a la perfección a tus imágenes. Por otra parte recuerda que la música es un acompañamiento: no debe ser ni estridente ni plenamente reconocible para no distraer al espectador.
Por último busca una fotografía evocadora, pero que no recuerde a los miles de recursos estéticos automotivacionales o a las nombradas presentaciones de PowerPoint. Siempre que puedas acompáñalas de movimiento.
Nunca improvises y cuida cada detalle
Con improvisación no nos referimos a la capacidad actoral de modificar el texto con un resultado sorprendente, sino a nunca olvidarnos que si acudimos a la realización de un vídeo corporativo es por la necesidad de sacar provecho a un recurso que no se debe realizar sobre la marcha.
Un buen vídeo corporativo tiene tareas específicas de preproducción (guion, preparación de los materiales, contratación de servicios y personal, etc.), producción (uso correcto del material disponible, aplicación de técnicas audiovisuales, etc.) y finalmente postproducción (editado, ritmo, retoques, duración, etc.), por lo que tenemos que considerar y poner en práctica cada uno de los pasos que nos llevarán al éxito de la realización.
RESPUESTAS